Libro de Leonardo Mejía: “Geopolítica de la Integración Subregional. El rol del Brasil”

GEOPOLÍTICA DE LA INTEGRACIÓN SUBREGIONAL. El rol de Brasil”

Libro de Leonardo Mejía. Ed. La Huella, Ecuador, año 2012.

El autor ha ejercido la docencia en la Universidad Central del Ecuador, fue Jefe de la División de Industrias del Consejo Nacional de Desarrollo de ese país y se desempeñó como funcionario y secretario general adjunto de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI).

El libro incluye un Resumen inicial y los siguientes capítulos:

  1. El legado de los imperios español y portugués en el relacionamiento de Brasil con América Latina.
  2. El relacionamiento con Estados Unidos y América Latina instalada la República.
  3. Latinoamérica, Brasil y la reinvención de América del Sur.
  4. Hacia la superación de la rivalidad y el distanciamiento entre los países sudamericanos.
  5. El Mercado Común del Sur (MERCOSUR)
  6. El Área de Libre Comercio Sudamericana (ALCSA).
  7. Algunos cambios en el relacionamiento entre los Estados Unidos y Brasil.
  8. El gobierno de Cardoso y la transformación de las relaciones de Brasil con los países sudamericanos.
  9. La iniciativa brasileña para la construcción de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN).
  10. La Primera Reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Sudamericana de Naciones y las propuestas para profundizar los contenidos de la integración.
  11. La Segunda Reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Sudamericana de Naciones y la “Declaración de Cochabamba. Colocando la Piedra Fundamental para una Unión Sudamericana”.
  12. Los movimientos y organizaciones sociales y sus aportes a la definición de un nuevo modelo de integración.
  13. La Comunidad Sudamericana de Naciones, el ALCA, la cooperación Sur-Sur y la integración energética.
  14. El financiamiento de la integración y el sistema bancario y monetario regional.
  15. La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR).
  16. Brasil y la estabilidad política de la subregión.
  17. Amenazas al liderazgo brasileño.
  18. A manera de conclusión.

Prólogo a este meritorio libro del Profesor Leonardo Mejía:

Sabemos que en las ciencias sociales el tratamiento de problemas complejos requiere un especial talento para transformar las zonas grises en puntos de intersección entre distintos acervos académicos. Es lo que precisamente ha logrado Leonardo Mejía al enfocar el papel del Brasil en la política y la economía latinoamericanas. Sus hipótesis rebasan los límites fijados por las competencias demarcadas en los claustros.

Las interpretaciones del documento proporcionan el sedimento teórico con el cual puede atravesarse todo el decurso de la historia brasileña –y de sus vecinos-, sin riesgos de caer en aquellas fórmulas tan atractivas como engañosas que presumen una genética de la dominación y del sometimiento. Por el contrario, quedan en evidencia las claves de una laboriosa construcción de liderazgo pero que podría sufrir mutaciones y hasta la eventual recomposición del edificio levantado por sucesivas oleadas de intelectuales y burócratas. En todo caso habría que ver –como sugiere el autor con un relevamiento final sobre los nuevos apremios internacionales-, si las estrategias en curso dejarán de ajustarse a las condiciones que determinaron su diseño inicial.

En tal sentido, los Estados nacionales latinoamericanos están abordando el siglo XXI con recursos para la supervivencia que difícilmente podrían ser explicados dentro de cualquiera de los cánones establecidos por sus padres fundadores. Ocurre que tanto las acciones como las omisiones reflejan una necesidad apremiante: lidiar con los efectos indeseables que la economía global arroja sobre poblaciones y territorios.

La escenografía opresiva del tiempo presente va transfigurando políticas y orientaciones ideológicas, por más pesada que sea su carga de tradición. De ahí que al explorar los itinerarios recorridos por la teoría política y la gestión diplomática, el autor no deje de atender al carácter inacabado de aquel “liderazgo” reconocido a Brasil en los otros Estados de la región. Y revela como en el desarrollo de su estrategia constructiva, Brasil ha ido delineando y puesto a prueba distintas modalidades de persuasión y disuasión con sus vecinos. No han sido ni son las mismas fórmulas endilgadas al imperialismo etnocentrista. En este aspecto adquiere importancia crucial el tener que compartir una condición periférica, lo que implica un principio de reconocimiento sobre la coincidencia de padecimientos económicos y sociales.

Con estas raíces de pertenencia fijadas dentro de una tan inmensa como intrincada geografía americana que se sobreañade a la del propio país, la vocación de liderazgo del Brasil afronta un desafío partícular: desplegar el “soft-power” al que alude Rebollar. Es meritorio el esfuerzo destinado a descifrar este programa intangible, porque Mejía va recorriendo una historia plagada de signos y señales, preciosas pistas que no siempre facilitan la lectura de tantos y tan diversos despliegues diplomáticos. Véanse por ejemplo, entre tales signos y señales, las especulaciones que Saraiva Gomes extrae del discurso político con respecto al precepto de no intervención pero matizado por la “no indiferencia”; los argumentos de Spektor a propósito de la lógica que sustenta el debilitamiento deliberado del MERCOSUR a través de progresivas ampliaciones; o el uso decorativo del lenguaje que rescata Gudynas cuando pasa revista al momento de negociar la fundación de la UNASUR. Estos y otros tantos rastros conducen a la comprensión de una estrategia persistente pero que –como también lo detalla el autor- parece ponerse a prueba como nunca en la fragua de la crisis global.

Marcelo Halperin

Setiembre de 2012